BRAVOS LOS BRAVO...


La hacendosa y hacendada Doña Gertrudis Rueda y el acomodado y rico labrador Don Leonardo Bravo, al estar completamente enamorados, estrecharon sus lazos y establecieron su domicilio en la Hacienda de Chichihualco, Guerrero, localizada a escasos 38 kilómetros al noroeste de la capital Chilpancingo. El matrimonio tuvo la fortuna de criar a su único hijo al cual bautizaron con el nombre de Nicolás, nacido en su domicilio, un 10 de septiembre pero del año de 1786.

Al joven Nicolás Bravo Rueda, le tocó la gesta de la Independencia de México y con 25 años de edad,  se alistó en la primera compañía suriana del ejército insurgente, convirtiéndose en el subalterno del Generalísimo y cura Don José María Morelos y Pavón. A Nicolás muy pronto le llegó el sabor de la guerra, al tomar parte en el sitio de Cuautla y romper el cerco que el famoso general realista Félix María Calleja les había instalado.

En otra y desigual batalla, los realistas hicieron prisionero a Don Leonardo y a cambio de su libertad, pidieron que Nicolás y sus familiares, abandonaran las filas insurgentes. Por no traicionar a sus ideales, y en una muestra de que eran BRAVOS LOS BRAVO, no aceptaron la propuesta. La consecuencia fue que al apresado lo pasaron a garrote. Morelos ante esta nefasta noticia, dio orden de que más de trescientos realistas que estaban sometidos bajo el poder de Nicolás fueran fusilados. 
Nicolás a pesar de la adoración que tenía por su padre, puso a los prisioneros en libertad, los cuales, todos abrazaron la causa de la Independencia. Este hecho heroico, que muestra un gran corazón, es tanto más notable cuanto que la guerra asumía un carácter atroz, inhumano y de barbarie.

Amigos, el mundo hoy en día está compungido por los acontecimientos de las víctimas asirias. Nos urgen héroes pensantes, benévolos y generosos como Leonardo Bravo. Esto lo dijo Gandhi: “El débil nunca puede perdonar. El perdón es el atributo de los fuertes”. Qué razón de este viejote.

¡Ánimo ingao...!

Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz

El DJ les envía esta rola muy, pero muy viejita:

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