Círculo Cultural Regional Coatepecano

 Parte de nuestro archivo fotográfico como un homenaje a los locatarios del Mercado Ing. Miguel Rebolledo en este 75 aniversario 👉  Rostros

  Por Jorge Vela Un posible origen. Los arcos son, por sí mismos, un elemento profundamente simbólico cuyos ornamentos vegetales remiten a la abundancia y a la vida. Sobre su origen existen numerosas versiones, y algunas forman parte de la tradición oral. Los autores de cada testimonio coinciden en denominar a su respectiva postura -una presunciónpues, hasta hoy, no existen datos sólidos que nos arroje la verdad sobre este tema. Sin embargo, sus narrativas nos permiten aproximarnos a los hechos, toda vez que ciertos elementos poseen una naturaleza verídica. Diversos adultos mayores relatan que San Jerónimo habitó la parte alta de la actual ciudad en tiempos inmemoriales; posteriormente, también sus hijas vivirían ahí. En el cumpleaños del Doctor de la Iglesia, ellas ofrendaban arreglos florales, los cuales traían desde su barrio hasta el templo. La ofrenda y su procesión marcarían el inicio de la tradición de los arcos. La segunda información referida la comparte el maestro Gregorio

  Por Jorge Vela Una de las cuestiones más icónicas acerca de San Jerónimo es ¿cómo se le designó santo patrono de Coatepec? En la generalidad se acepta que, fueron los misioneros franciscanos quienes eligieron la protección del Doctor de la Iglesia para los indígenas de este territorio. Sin embargo, por medio de diversas investigaciones sobre el asunto, se localizaron datos que nos permiten conjeturar otra versión de ese hecho histórico. La referencia más antigua sobre la cristiandad en el centro de Veracruz, se remite a la estancia del ejército hispano que llegó, en 1519, al mando de Hernán Cortés. Las crónicas del extremeño, así como de otros autores, enuncian los bautizos que los ibéricos realizaron en diversas poblaciones de la costa. Estas mismas fuentes, que de cierto modo exaltan la devoción y la fe de los europeos, no remiten actividad apostólica alguna en su itinerario por la región de Coatepec, lo que indica que fue hasta la caída de Tenochtitlan que la cristiandad tuvo opo

  Por Julio César Sastré Cisneros San Jerónimo es uno de los personajes que más ha aportado al sentido vivo y dinámico de la fe en Cristo. Sin él, entender el cristianismo sería una tarea titánica, tanto de manera simbólica como testimonialmente hablando. Es posible ver en su figura una condensación de características deseables para los cristianos: su representación (la pluma, las ropas andrajosas, el león, etc.), lo que conocemos de su vida y sus escritos, son invaluables. Para lanzar más luz sobre esto, tomemos en cuenta que hay una estrecha relación entre el pensamiento cristiano y el lenguaje(i) . El lenguaje, la palabra, es fundamental en la constitución cristiana de la creación, y teniendo esto en mente, no es casualidad que hablemos de Cristo en términos del “verbo encarnado”. Las Escrituras, son entonces, el contendor de la fe de las religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islam) y pensarnos como cultura católica/cristiana sin este giro simbólico, es ciertamente inconc

 Por Dulce Monserrath Sánchez Guzmán Dos semanas previas a La Bajada es común ver en las calles de Arteaga, Hernández y Hernández, Quintana Roo, Tlanalapa, Los Carriles, Anahuac, La Libertad, Cruz Verde y el Sapo, el proceso de elaboración de los arcos. En mi experiencia, desde la infancia fui testigo del apoyo que mi madre proporcionó al maestro Chama para organizar las fiestas de nuestro barrio. También pude atestiguar la ayuda que uno de mis tíos facilitaba a la elaboración del Arco Mayor en Los Carriles, pues inicialmente en mi cuadra no se hacía ofrenda. A principios del 2000, la 3a de Arteaga recibió con alegría y orgullo la encomienda de elaborar uno de los arcos para la fiesta patronal de San Jerónimo, el cuál sería colocado en una de las puertas del Templo de Nuestra Señora de Guadalupe. El encargado del arco actualmente es Marco Antonio Pérez Mavil, nacido en Coatepec, quien desde hace más de 15 años emigró a otros estados del país a trabajar, sin embargo, él nunca dejó de am

  Por Soledad García Morales Meses antes de la celebración, se iniciaron los preparativos para el festejo. En las reuniones del Círculo Cultural Regional Coatepecano se plantearon y discutieron las propuestas. Manuel Rodríguez García coordinó, al igual que en años anteriores, el evento; se sumaron algunos locatarios, el administrador del mercado y otras personas más que generosamente se aprestaron a contribuir.  Una de las primeras actividades fue hacer pública la convocatoria fotográfica alusiva al mercado y sus actividades, esto con el fin de que los interesados en el evento, enviaran sus instantáneas. Las imágenes servirían para exponerse en el mercado junto con la valiosa colección que ya poseía el Círculo. La arq. Dulce Monserrath Sánchez se encargó de lanzar la convocatoria y de recibir las fotografías que fueron enviadas. La respuesta fue grata y fructífera pues se presentaron recuerdos sumamente nostálgicos.  Acorde con el programa se planearon 3 días de eventos, del 26 al 29 d

  Por Dulce Monserrath Sánchez Guzmán. En la zona centro del estado de Veracruz se encuentra Coatepec, ciudad que desde su establecimiento en la ubicación actual recibió la advocación patronal de San Jerónimo, cuya fiesta se celebra los últimos días del mes de septiembre y que durante la última centuria, ha visto consolidarse una de las manifestaciones culturales más grandes de toda la región: la tradicional Bajada de los Arcos.  “Ya se viene San Jéronimo, ¿qué vamos a hacer?”, es la pregunta que año tras año al llegar los meses de junio y julio resuena en la puerta de muchos hogares coatepecanos y da comienzo a la organización y recaudación de fondos para llevar a cabo la fiesta patronal. En el barrio, las actividades consisten en bailables, competencias, ceremonias, kermeses, contratación de grupos musicales y adquisición de los adornos que engalanarán las calles y fachadas. Durante toda mi vida, la de mis padres y abuelos, hemos visto y participado en la realización de esta hermosa

  Por Jorge Vela "La fuerte carga simbólica del sector poniente de Coatepec lo ha hecho denominarse como el barrio de San Jerónimo; a sus habitantes tradicionales se les conoció, por lo menos hasta mediados del siglo XX, como hijos de San Jerónimo; en sus espacios se manufacturan las ofrendas monumentales; y en sus calles que enlazan con el centro de la Ciudad, se realiza la tradicional bajada de los arcos. Estas características identitarias están rodeadas de un halo mítico, sin embargo, tras ello hay un acontecimiento histórico que había pasado casi inadvertido: el repartimiento de tierras de la Parroquia de San Jerónimo.  En torno a la propiedad y subsecuente reparto de los terrenos que la tradición coatepecana remite a San Jerónimo, existen diversas versiones, una de ellas es el relato que doña Oralia Jácome me compartió en febrero de 2019. En dicha información, recabada en los años 50, documentó el testimonio de uno de los personajes más longevos del poblado, Don Francisco Agu

  Por Rafael Rojas Colorado. En la calle Ignacio Manuel Altamirano, mejor conocida como Paso Ancho, se ubica la capilla de san Miguel Arcángel. El mensajero de Dios adopta la forma corpórea de un alado guerrero, así se le ve con la espada en la mano, siempre dispuesto a defender de los malos espíritus a esta comunidad religiosa. Los feligreses, por medio de la fe, la devoción y el amor a Dios, le expresan gratitud al santo patrono del barrio. El día 29 de septiembre lo enaltecen con una fiesta en su honor.  En el mes de septiembre del año 1960, el sacerdote Juan Martín del Campo y el Presbítero Pedro Leal, colocaron la primera piedra sobre la que se erigiría la mencionada capilla, estando presente la señora Elvira Hernández Piedra y su familia quienes donaron el predio para esta noble causa. En esa ocasión, después de la significativa ceremonia, solamente se repartieron tamales, antojitos, café y agua de sabor entre los vecinos que atestiguaron el sustancial hecho, no faltó quien lanza

Durante decenas y quizá cientos de años, la elaboración de los arcos en Coatepec no se había interrumpido ni por el hambre, ni por el embate económico, ni por la guerra. Los coatepecanos supieron enfrentar estas calamidades, de la mejor forma que sabían: unidos. Sin embargo, ante la actual pandemia de COVID-19 que limita las concentraciones de personas, las fiestas multitudinarias encontraron un difícil reto, el cual está siendo superado con solidaridad y con sana distancia. De esta manera, diversos actores de la vida cultural, se han dado a la tarea de llevar a cabo un sin número de actividades, con el fin de transportar esta verbena a la virtualidad.  El Círculo Cultural Regional Coatepecano, cuyos integrantes colaboraron en distintas ediciones de las fiestas populares, hace lo propio. A través de las ventajas tecnológicas, han dispuesto transmitir parte de sus actividades e investigaciones relacionadas con tan importantes eventos. De esta manera se comparte la remembranza del mayor

  Por Soledad García Morales La historia del mercado municipal “Miguel Rebolledo Rivadeneyra” de Coatepec no puede contarse en unas cuantas líneas, pues su funcionamiento y posterior construcción abarca un largo proceso que se extiende a través de las décadas, incluso siglos; por ello, nos limitaremos a reseñar las actividades que consideramos más sobresalientes de este centro de abasto  El ajetreo comercial debió comenzar después de que el pueblo fue congregado en el espacio actual, es decir en el siglo XVI. Cuando los frailes franciscanos, después de una ardua labor, lograron convencer a los naturales para que se reunieran en un espacio menos escabroso y más accesible que les permitiera no solo realizar las prácticas religiosas, sino cumplir las ordenanzas y demandas del gobierno novohispano en relación con la administración de los pueblos. De este modo, los primeros intercambios comerciales tendrían lugar en torno al recinto cívico - religioso enmarcado por las casas consistoriales