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Mostrando las entradas de mayo, 2020

Volver al futuro

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  Por Juan José Soto Fotog. Jorge Vela, 2018. Teodoro Cano fue un heredero del muralismo mexicano. Por ello, en el tiránico contexto actual de la imagen en el siglo XXI, un universo de sobreexposición visual aleatoria, infinita y algorítmica, hablar de su obra nos plantea, sin duda, varias interrogantes. La primera tiene que ver con la concepción identitaria, referencial o de representación del arte, entendiendo el arte como dispositivo simbólico; la segunda interrogante con la construcción de narrativas o neo-narrativas que atraviesan los desgastados preceptos del liberalismo económico y el individualismo social, que en días recientes pareciera buscar reconciliarse con la idea de comunidad; y la tercera, con el papel pedagógico y comunicacional que se le atribuye a la obra artística.            El muralismo mexicano, como el resto de las vanguardias del siglo XX en las artes plásticas, fue producto del periodo entre guerras y la única vanguardia pictórica, quizá, la

Algunas notas sobre dos obras de Teodoro Cano.

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Tras asumir la dirección de la Facultad de Artes Plásticas en la Universidad Veracruzana, Teodoro Cano comienza en Xalapa gran parte de su trabajo, tanto para esta institución educativa como para otras dependencias gubernamentales. En esos años conforma un grupo de trabajo integrado por estudiantes de Artes, y con ellos se involucra con los municipios próximos a la capital: Coatepec, Xico y Teocelo. Con Teodoro Cano a la cabeza, el equipo se hace cargo de proyectos municipales (murales y monumentos) en donde se le da amplia libertad creativa. El artista experimenta y busca que el resultado de esa experimentación se conjugue con el entorno y sea percibido por una población mayoritariamente rural.    De ese múltiple conjunto hemos seleccionado dos obras. Un mural en el interior del Hospital de Teocelo y un monumento escultórico en la colonia Álvaro Obregón del municipio de Xico. A partir de ambas se desarrolla una reflexión sobre la creación artística de Teodoro Cano, en ese moment

Arte para la edificación social

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Por Jorge Vela Entre 1970 y 1973, en los pueblos al sur de Xalapa fueron realizadas diversas obras de pintura, altorelieve y escultura que destacan por formar parte de espacios de intensa actividad ciudadana. El hilo que vincula estas composiciones es Teodoro Cano, heredero de la tradición nacionalista e icónico director del Taller de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana, quien desde su cátedra buscó materializar estos proyectos públicos para la edificación social.    Propio de su formación, el maestro Cano tenía la intención didáctica y postrevolucionaria de enlazar el quehacer académico con la ejecución y plasmar por medio del arte testimonios sobre la vida, los valores y las tradiciones mexicanas. Es así como desde su posición entra en contacto con algunos funcionarios locales y realiza diversas gestiones para que con su ayuda se materialice tal aspiración. Por aquel entonces, los señores Rafael Tejeda Soto, Álvaro Gómez Domínguez y Emilio Polanco Servín, presidentes

Retrato lejano de la sociedad actual.

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Por Melnyk Ferman Redes (1936), película co-dirigida por el austriaco Fred Zinneman (From Here to Eternity, A Man for All Seasons) y el mexicano Emilio Gómez Muriel (La mujer del puerto, Simitrio) narra la historia de un grupo de pescadores bajo la opresión de Don Anselmo (David Valle González), viejo mezquino mercader, quienes terminan por sublevarse para reclamar una mejor paga, hecho que culmina en el asesinato de Miro (Silvio Hernández), fatídico acto que fortalece el coraje del espectador al empatizar con el protagonista quien pierde de primeras a su hijo apenas en el tercio inicial del metraje.     Película cimiento en la filmografía nacional, influenciada por los ideales socialista que permeaban. Relato que sin suscribirse a ningún movimiento pareciera encajar claramente con el “Tercer cine”, corriente latinoamericana que nacería casi veinte años después y que buscaría una identidad regional, un cine que fortalece los valores estéticos y narrativos, donde se busca darle

El germen de un nacionalista.

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Maestro Teodoro Cano. 2018. Un primaveral día 29 de mayo de 1932, el matrimonio Cano García vio nacer a Teodoro en la casa familiar ubicada en el barrio del Zapote de la entonces denominada Papantla de Hidalgo. Los días de infancia, soleados y calurosos, se tornaron sombríos cuando su madre, María Luisa García, falleció (Calderón P., 2018) . Sin embargo, su padre Luciano Cano, que se desempeñaba como profesor de dibujo en una escuela local, tomó el encargó de cuidar al pequeño en todos los aspectos y fue por medio de su tutela que Teodoro desarrolló su infancia, abrevando también las primeras nociones sobre la gráfica   (Salas García, 1989) . En el domicilio donde Teodoro vivió esos primeros años, fue colocada en 2008, una placa que rememora esa etapa de su vida.    En 1945, la fortuna le sonrió: por mediación de José de Jesús Núñez y Domínguez, Teodoro conoció a Ernesto García Cabral y a Diego Rivera quienes visitaban la ciudad de Papantla. Los intelectuales reconocieron