Los inicios de la revolución en el cantón de Coatepec

 

Por Soledad García Morales y Jorge Vela

Desde finales del siglo XIX, en diferentes puntos de la república mexicana, se propagaba la inconformidad en contra del presidente Porfirio Díaz, cuya reiterada negativa para abandonar el poder, extendería su dictadura por más de tres décadas. Si bien, la estabilidad política del régimen había permitido la modernización del país, al introducir adelantos técnicos como los ferrocarriles o la energía eléctrica, los sectores populares se encontraban desamparados ante el embate de los capitalistas y del mismo gobierno. Los campesinos solicitaban tierras, en tanto que los obreros reclamaban mejores condiciones de trabajo. Pero sus exigencias eran vistas con desdén, y cualquier manifestación de descontento era reprimida a través de las armas. Diversos rotativos como el periódico “Regeneración”, editado por los hermanos Flores Magón, emprendieron la misión apostólica de difundir ideales democráticos como el sufragio efectivo y la no reelección, cuyas proclamas adquirieron mayor intensidad durante la primera década del siglo XX. En ese momento surgiría la paradigmática figura de Francisco Ignacio Madero González quien, tras una reconocida trayectoria política y a la popularidad obtenida a lo largo de los años, lanzó su candidatura a la presidencia. No obstante, en unos resultados controversiales, la postulación de Porfirio Díaz salió victoriosa y Madero fue hecho prisionero en Nuevo León, remitiéndole a una cárcel de San Luis Potosí. Agotados los recursos legales, huyó del país para continuar promoviendo la sucesión presidencial: Madero convocó a la insurrección armada a través del Plan de San Luis.


María Enriqueta de visita en El Trianón.
Fondo Soledad García Morales

Por aquel entonces, la ciudad de Coatepec se encontraba bajo los signos del progreso económico derivado de las exportaciones agrícolas, principalmente del café, la caña de azúcar y la naranja. También se veía favorecida por los servicios de transporte, energía y comunicaciones proporcionados por la Jalapa Railroad and Power Co., una empresa norteamericana que facilitó el estrechamiento entre el pequeño cantón y los distantes mercados extranjeros. Por su parte, el régimen invertía cuantiosos recursos en proyectar una imagen sólida que asegurara la continuidad de su gestión al frente del país, y para ello, encomendaba a los jefes políticos diversas celebraciones, como la del centenario de la independencia o la primera de María Enriqueta Camarillo y Roa de Pereyra a su tierra natal. El 20 de noviembre de 1910, fecha señalada por el Plan de San Luis para que los ciudadanos derrocaran al gobierno porfirista, no hubo alzamiento en Coatepec. En su lugar, ese domingo, se realizó un fastuoso homenaje a la reconocida escritora, en el edificio de la Escuela Cantonal. “A las nueve de la noche, muy elegante y discreta, apareció María Enriqueta del brazo de don Joaquín Sánchez y acompañada por un grupo de señoritas”[1].

Coronel José Manuel Felipe López Olmos.
Colección Rosendo García.

Si bien se experimentaba un clima de paz controlada, las arengas revolucionarias se habían propagado de tiempo atrás en la región. Uno de sus principales promotores era José Manuel Felipe López Olmos, peluquero nacido en Coatepec, radicado en Teocelo. A su establecimiento ubicado en la esquina de las calles Independencia y Covarrubias, arribaban clientes y amigos que, además de solicitar sus servicios, se interesaban por conocer las noticias de interés nacional. Manuel estaba suscrito a varios rotativos de corte revolucionario y, así mismo, sostenía correspondencia con connotados maderistas, entre los que se encontraba el poblano Aquiles Serdán[2] quien, en 1909, fundó el Partido Antirreleccionista de Puebla. López Olmos sería reconocido como un promotor de la causa, al lado de otros revolucionarios que operaban en el Estado de Veracruz, entre los que sobresalían el cordobés Cándido Aguilar, así como el carpintero y ebanista capitalino Gabriel Gavira, quienes de tiempo atrás, fundaron clubes liberales en la región central de Veracruz.



La insurrección pareció materializarse en el Cantón de Coatepec cuando algunos rebeldes provenientes de la región de Huatusco, así como del estado de Puebla, cruzaron por la demarcación. Las autoridades tomaron algunas precauciones, buscando evitar incidentes mayores: el gobernador de Veracruz se dirigió al Jefe Político de Coatepec, Joaquín Sánchez, para solicitar información sobre los alzados, en tanto que el de Puebla, más determinado, envió tropas para sofocarlos[3], lo que en un primer momento resultó efectivo. El movimiento tuvo que esperar el retorno del reconocido líder obrero Gabriel Gavira, en abril de 1911, para desencadenarse. Gavira había huido del país cuando fue perseguido por el gobierno, y a su regreso, comenzó a reunir un pequeño número de hombres en Las Vigas. Al principio sólo fueron once o doce individuos montados y armados, pero con el tiempo, reforzó el contingente con más adeptos, así como con la requisa de caballos, armas y monturas. Luego realizó preparativos para tomar la población de Altotonga el 5 de mayo, día en el que se celebraba el desfile conmemorativo de la batalla de Puebla. Se introdujo en el desfile y arengó al pueblo a secundar la lucha revolucionaria, siendo apoyado en sus argumentos libertarios por el profesor de la Escuela Municipal Francisco R. Bertani[4]

    Al día siguiente, 6 de mayo, Gavira prosiguió avanzando hacia Zapotitlán con la intención de encontrarse con Rafael Tapia y Cándido Aguilar. Enterado de que éste último lo invitaba a que se reunieran en San Miguel del Soldado, se dirigió al encuentro de sus correligionarios. Una vez reunidos, Gavira fue reconocido como jefe de los revolucionarios, y como su segundo al mando se nombró a Cándido Aguilar. [5] Ese mismo día, en Teocelo, los caudillos de la región suscribieron la carta de adhesión al Plan de San Luis.

 

En la Ciudad de Teocelo, Cantón de Coatepec, Estado de Veracruz, a las seis de la tarde del día 6 de mayo de mil novecientos once, en la casa número uno de la calle de Covarrubias, habitación del señor Manuel F. López, los C.C. Manuel F. López, Silviano García, Augurio Soto y Guadalupe Sánchez, se reunieron con objeto de tratar los siguientes puntos:

PRIMERO. - Todos los presentes aceptan en todas sus partes al Plan de San Luis Potosí, puesto en vigor por el Gobierno del C. D. Francisco I. Madero.

SEGUNDO. - Reconocen como Presidente Legítimo de la República Mexicana al C. D. Francisco I. Madero así como a los demás mandatarios que él autorice, mientras el Pueblo los elige.

TERCERA. - El lema ¡Sufragio Efectivo! y ¡No reelección!, así como a defender la integridad para progreso de México, y el de "México para los mexicanos", serán defendidos aún a costa de nuestra vida.

CUARTA. - Los presentes se comprometen a presentar hoy, a las nueve de la noche, diez hombres perfectamente armados y partidarios de estas sagradas ideas, para sostenerlas y comenzar a implantar el ¡Sufragio libre! y ¡No reelección!

QUINTA. - Los concurrentes se comprometen hacer guardar a todos los que acompañen, el orden y la moralidad dentro de los gloriosos principios que se recuperan.

Se procurará instruir al pueblo, hasta donde las circunstancias lo permitan en nuestras doctrinas.

Y no teniendo más que agregar, se levantó la presente que firmaron todos los concurrentes de entera conformidad.

¡Sufragio libre! ¡No reelección! ¡Viva el Señor Don Francisco I. Madero!

MANUEL F. LÓPEZ. - SILVANO GARCÍA. - AUGURIO SOTO. - GUADALUPE SÁNCHEZ

 

El señor Rosendo García Moreno relata que, en la entrevista que realizó al señor Luis Fernández Martínez, hijo de Cosme Fernández, le refirió que, siendo este último un niño, fue testigo del encuentro de los revolucionarios en Loma San Juan, localidad perteneciente al municipio de Ayahualulco. En ese lugar, a principios de mayo se reunieron el coatepecano Manuel F. López, el teocelano Guadalupe Sánchez, el xiqueño Antonio Carmona y el ixhuacano Manuel Rivera. El señor Manuel García de Texín no asistió, pero en su lugar envió “cuatro atados de armas, carabinas 30-30, cincuentones, mausser de un tiro, tercerolas y varias bolsas que contenían parque.” Un poco más tarde llegaron al lugar tres desconocidos:


…dos de ellos con ropa muy similar a la costeña y con sombreros de palma; el tercero con ropas muy parecidas a las de charro, con pantalón ajustado y sombrero muy grande, de fieltro negro. También llegaron a pie, al igual que los cuatro primeros visitantes. [6]



Estos hombres eran Cándido Aguilar, de la congregación de Palma y Montero, perteneciente al municipio de Córdoba; Gabriel Gavira que, aunque nativo del Distrito Federal, tenía muchos años de residir en Orizaba; y Silviano García, proveniente de un lugar de la sierra llamado Tlalmoloaxtla, perteneciente al municipio de Quimixtlán.

El grupo no tardó en engrosar sus filas con la incorporación de los hermanos de Silviano García Contreras, cuyos nombres eran: Abundio, Rosendo, Melitón, Eusebio y Agustín. Agustín era apenas un joven de 16 o 17 años que estudiaba el sexto de primaria en la Escuela Cantonal de Coatepec, la cual abandonó para sumarse a la lucha armada. En el transcurso del día fueron llegando más personas hasta conformarse un buen contingente. Acto seguido se dispuso que Manuel F. López, Guadalupe Sánchez y Silviano García se hincaran, cubriéndolos con el lienzo patrio, y proclamando una arenga, los exhortó a proseguir la lucha revolucionaria. Se comenta que Cándido Aguilar sacó de un morral una bandera nacional y enseguida procedió a dar lectura a un documento, que probablemente era el Plan de San Ricardo.

Abanderado Guadalupe Sánchez, a su derecha Silviano, Rosendo, Agustín, (estudiante) Melitón, Abundio y Eusebio García Contreras. A la izquierda Ernesto Ruíz y con corneta Manuel Olmos Ruiz. El niño Melitón Melchor. Colección Rosendo García



Se considera que la reunión en Loma de San Juan debió celebrarse el 8 de mayo, puesto que el 9 en la madrugada los revolucionarios conducidos por Manuel F. López, tomaron Teocelo. Hecho que el alcalde de esa población informó al jefe político de Coatepec y este a su vez, lo transcribió al secretario de gobierno:


El día 9 a las 5.30 a.m. se presentó una partida capitaneados por Manuel F. López, en número de 60, desarmaron al Sargento de la comandancia y asesinaron a un gendarme. Obligaron al tesorero a entregar dinero. Salieron a las nueve rumbo a Texín. El día 12 como a la una se presentó capitaneados por Sánchez, Gavira y Cándido Aguilar como 85 obligando al tesorero a entregar algunos fondos y quemar todos los archivos. Saliendo a Cosautlán. [7]

 

Gavira refiere que ya juntos, atravesaron la sierra del Cofre de Perote en medio de un chubasco. El contingente lo integraban 106 hombres y llevaban consigo 1 496.00 pesos confiscados a la tesorería municipal, dejando en su lugar un vale firmado por Cándido Aguilar. Rompieron el retrato del general Porfirio Díaz, requisaron armas y caballos a particulares, y liberaron a los presos de la cárcel. El mismo 12 de mayo de 1911, el denominado Ejército Libertador llegó a Coatepec. En esa población los hechos ocurrieron en forma similar: los guardias fueron despojados de sus carabinas, cananas, pistolas y monturas. Los rebeldes desfilaron por las principales calles de la población. El día 13 asaltaron Xico. El reporte oficial anotó que Ignacio Garrido Huerta y Cándido Aguilar recorrieron las calles dando vítores a Madero. No hubo resistencia por parte de las autoridades federales y los rebeldes se dirigieron a la oficina telefónica donde cortaron los alambres para dejar incomunicada a la población. Después fueron hacia la Receptoría de Rentas y la Casa Municipal donde exigieron que les entregaran el dinero, además de la agencia de correos y rentas del timbre se llevaron dinero y timbres.[8]

Para el mes de junio de 1911 las fuerzas maderistas del Estado de Veracruz habían aumentado y estaban bajo la jefatura de Gabriel Gavira. Dentro de éstas se encontraba el contingente que comandaba Manuel F. López, en el cual es posible nombrar a:

 

Fuerzas maderistas de la sierra del Cofre de Perote

 

Comandante

Manuel F. López

Capitán Primero

Silviano García

Capitán Primero

Augurio S. Sánchez

Capitán Segundo

Manuel Carmona

Capitán Primero

Augurio S. Sánchez

Capitán Segundo

Manuel Carmona

Teniente

Rosendo García

Teniente

Agustín García

Teniente

Agustín Millán

Teniente

Julio Morales Díaz

Subteniente

Isaac Blásquez

Subteniente

Trinidad Luna

Subteniente

José Fernández Boo

Sargento 1º.

Erasmo Zitácuaro

Sargento 1º.

Manuel Corona

Sargento 1º.

Juan Pablo Vargas

Sargento 2º.

Procopio Hernández

Sargento 2º.

Demetrio Gutiérrez

Sargento 2º.

Hilario Gallo

Cabo

Manuel Rivera

Cabo

Efrén Ruiz

Cabo

Filiberto Marín

Cabo

Enrique Zuñiga

Cabo

Gerónimo Xilotl

Soldados

107 en total

 

 

ATESH, Gobernación junio 1911.

 

Los acontecimientos nacionales se desencadenaron vertiginosamente el 25 de mayo de 1911, cuando el presidente Porfirio Díaz firmó su renuncia y, con ello, daba el paso libre a Francisco I. Madero y sus seguidores. Un día antes de la dimisión presidencial, Manuel F. López, en calidad de Primer Jefe de las Fuerzas Insurgentes del Ejército Libertador del cantón de Coatepec, envió un comunicado al jefe político, Joaquín Sánchez, por el cual se deslindaba de las acciones de extorsión que llevaban a cabo Francisco y Juan Morales en Ixhuacán y Ayahualulco, los cuales decía, no eran correligionarios y se dedicaban a practicar actos de bandidaje, por lo que lo solicitaba su persecución.[9] Dicho comunicado permite evidenciar la naturaleza irregular de los sublevados y la falta de disciplina que evitó la conformación un ejército revolucionario, propiamente dicho, en la sierra del Cofre de Perote. Algunos de los líderes de tropa también se avocaron a las actividades de pillaje y extorción, con la excusa de obtener recursos financieros y pertrechos para la revolución. Lo cierto es que mucho de lo requisado respondía a sus propios intereses y sus acciones causaron estragos a los pobladores de la comarca. Sin embargo, el actuar de los verdaderos patriotas como el coatepecano Manuel F. López, abonó a la construcción de un mejor país para todos.

¡Viva México! ¡Viva Coatepec! ¡Viva la revolución!



[1] Soledad García Morales, María Enriqueta, hija predilecta de Coatepec, Coatepec, 2017.

[2] Enrique Florescano (coord), Así fue la Revolución MexicanaSenado de la República, México, 1985, col. 8, tomo 1: los protagonistas, p. 1623.

[3] Soledad García Morales, “Los albores de la revolución en el Cantón”, en José Moreno Guzmán (coord.), Libro de Oro de Coatepec, Coatepec, 1986, pp. 37-38.  

[4] Gabriel Gavira, Su actuación político-militar revolucionaria, Xalapa, Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, p. 40.

[5] Gavira ya contaba en sus filas con Adalberto Palacios, originario del puerto de Veracruz. Con Aguilar iban Antonio Portas, Odilón Moreno, Nicandro Arredondo, Gabriel Ruiz y Gilberto Camacho.

[6] Rosendo García, Loma de San Juan, en Revista Teocelo, No. 3, CEPROSOC, Teocelo, 1985 pp. 20-22

[7] Archivo Técnico del exSeminario de Historia, correspondientes al Archivo General del Estado de Veracruz, (AGEV), Ramo Gobernación, Oficio del jefe político de Coatepec, al Secretario de Gobierno, 19 de mayo de 1911.

[8] ATESH, Ramo Gobernación, Oficio de Ángel Medina al Secretario de Gobierno, 14 de mayo de 1911.

[9] ATESH, Fondo Gobernación, Oficio del jefe político de Coatepec de 25 de mayo de 1911 al Secretario de Gobierno, transcribiendo el parte de Manuel F. López de 24 de mayo de 1911.