Virgen de los Remedios en Ixhuacán





 Por Jorge Vela



La Virgen de los Remedios es una advocación mariana que, actualmente, es ampliamente venerada en España y Latinoamérica, contando con diversos santuarios al rededor del orbe. Entre sus primeros promotores es posible nombrar a la Orden de la Santísima Trinidad y Redención de los Cautivos, estructura católica originada en el siglo XII, la cual colocó a la virgen como su patrona. La actividad de la orden por Europa sumó muchos adeptos, logrando que, con el tiempo, el culto fuera traído a América a través de conquistadores y colonos españoles. Su presencia fue invocada tanto en momentos de aflicción como durante los episodios bélicos, tales como la conquista y la guerra de independencia.

    En muchos sitios donde la virgen es venerada, se relata su milagrosa aparición en sitios boscosos, próximos a los cuerpos fluviales y ante la presencia de luces extrañas. A decir del investigador Francisco Rivas Castro[1], el hecho alude al vínculo que posee la advocación con las tradiciones pastoriles indoeuropeas, a sus atribuciones sobre de sanación a través del agua y, en lo que refiere a México, responde también a la común asociación entre diversos fenómenos naturales con las entidades femeninas de raíz indígena como los son los fuegos fatuos, movimientos telúricos e inundaciones.

Durante la década de 1950, en las inmediaciones de páramo conocido actualmente como Agua Bendita, correspondiente al pueblo de Ixhuacán de los Reyes, se vislumbraron relámpagos, brillos iridiscentes y sonidos armónicos, que atraían la atención de los transeúntes. Las manifestaciones, que por algún tiempo fueron apenas una curiosidad, tomaron mayor atención cuando los infantes del lugar comenzaron a relatar sus aventuras con una niña en ese mismo sitio. A decir de ellos, la pequeña les motivaba a realizar algunas amenidades como jugar en el arroyo o trepar en la cruz que ahí existía, alejándolos por largas horas de su hogar. La situación se volvió tan recurrente que los adultos se preguntaron por la identidad de la misteriosa niña, sin embargo, nadie la conocía y su descripción tampoco correspondía a los habitantes de las proximidades[2]. La intranquilidad fue comunicada inexorablemente al párroco Miguel Mercado, quién teniendo reservas ante el hecho, organizó una visita al sitio junto con algunos feligreses. La expedición tenía el propósito de dar certeza sobre estos sucesos, por lo que arribaron al nacimiento de agua, inspeccionando los diversos rincones. En la auscultación realizada el 8 de noviembre de 1957, hallaron semioculta entre unas rocas, la providencial escultura de una virgen, la cual pasó a denominarse De los Remedios por hallarse al pie del afluente, reconocido de tiempo atrás por poseer aguas muy sanas. Así mismo, se edificó una capilla para marcar el sitio. El cuidado de la imagen tradicionalmente ha recaído en el sector femenino. Su primera cuidadora fue Leovigilda Martínez, posteriormente Teresa Ruiz Blázquez (en la gráfica lateral) y, finalmente, Herlinda Vargas Ruiz. 



Interior del templo de los Santos Reyes.
Al centro, la imagen de la Virgen de los Remedios. Fotóg. Jorge Vela, 2023.


Peregrinos al exterior del templo de los Santos Reyes. Fotóg. Jorge Vela, 2023.



Alfombra de aserrín que une el templo de los Santos Reyes con el santuario de Agua Bendita,
pasando por el templo de de la Virgen de la Luz. Fotóg. Jorge Vela, 2023.


Acceso al Agua Bendita. Fotóg. Jorge Vela, 2023


Nacimiento de Agua Bendita. Fotóg. Jorge Vela, 2023


Peregrinos provenientes tanto de Veracruz como de la zona poblana de Quimixtlan, visitan Ixhuacán, así como el Agua bendita para purificarse y sanar. La imagen de la virgen se resguarda en la parroquia de los Santos Reyes y, los feligreses celebran su fiesta con gran animosidad con un arco floral, alfombra de aserrín, una procesión solemne y diversas actividades populares. Algunos otros santuarios de la Virgen de los Remedios se encuentran en Acatlán, Veracruz, y Cholula, Puebla.



[1] Para leer más, véase: Francisco Rivas Castro, Un cuadro del descubrimiento de la Virgen de los Remedios en un retablo barroco del templo de La Merced, Popotla, pp. 2-4.

[2] Relato de la familia Morales Cid.