Gasparitos
Por Jorge Vela
Casi con seguridad, durante la
primavera, hemos visto los gasparitos, flores de un rojo intenso y en forma de
sable, las cuales son un platillo tradicional de la región. Los gasparitos o
colorines crecen en pequeños racimos sobre los árboles de iquimite, muy
abundantes en las cercas vivas de las
fincas cafetaleras. Se recolectan para el consumo y es ofrecido por marchantes en
las calles y los mercados de la región. Su venta es a granel, siendo adquirido
por un gran número de personas quienes complementan su dieta de temporada con
esta exquisitez. Los pétalos de la flor se hierven y se comen con tortilla, o
se capean con huevo formando tortitas de un sabor peculiar.
El iquimite (Erythrina
americana) es un árbol ampliamente distribuido por el sur-sureste de la
república y muy apreciado tanto por sus cualidades medicinales como artesanales
y gastronómicas. En las zonas nahuatlacas se le identifica con el nombre de
tzompantli, mientras que los totonacas y los tenek le llaman laktnga y pémoch, respectivamente.
La primera fuente que documentó la especie es el códice florentino, donde se remarca
la singularidad de su estética.
El árbol, de porte medio, llega
alcanzar los 9 metros de alto. Su tronco es grueso, sus ramas presentan espinas
y sus flores, son polinizadas por insectos y aves. Posee propiedades narcóticas
derivadas de un alcaloide presente en toda la planta y su uso en la medicina
tradicional debe ser cauteloso. Debido a ello sus semillas se usan como
juguetes para los infantes o como amuletos contra el mal de ojo.
Fotóg. Jorge Vela, 2022. |