Por Jorge Vela
San Nicolás Pizarro es una de las
muchas haciendas que se instalaron en el valle de Perote a finales del siglo
XVIII, las cuales fungía como escala en la ruta que comunicaba Puebla con
Xalapa. Estas unidades se dedicaron a la molienda del trigo y a la explotación
de los bosques que, en antaño, cubrieron los cerros próximos a sus
emplazamientos. No obstante, serían los derivados del agave (mecates, costales
y pulque), los principales productos de su comercialización. La introducción
del ferrocarril en la época porfiriana impulsó la economía de estas haciendas,
cuyos dividendos permitieron la construcción de edificios de magnitudes
considerables.
El casco consta de
instalaciones fabriles, un templo y un edificio administrativo-habitacional, el
cual poseía la única fuente de abastecimiento de agua dulce del complejo. Casi
todos sus espacios de la casa principal se desarrollaron entorno a la galería
que rodea el pozo pues, las duras condiciones ambientales, determinaron la poca
interacción con el exterior. Salvo por unos pocos vanos como el portón, estaba
prácticamente cerrada. El torreón es otro de los elementos destacados del
edificio, debido a que eleva aproximadamente 20 metros a partir del suelo. Para
encumbrar en el mirador metálico era necesario subir una prolongada escalera
helicoidal, así como una rampa que partía desde la galería.
Los detalles talaverescos
presentes en la casona y el templo, distinguen a la exhacienda respecto a otros
conjuntos de la zona. Los mosaicos se colocaron a manera de cenefas, estrellas
y cruces, para decorar muros y cúpulas. Otros elaborados con la representación
de flores, vírgenes, santos también fueron colocados. La capilla, así como
otras mejoras que presenta el conjunto, fueron construidas a finales del siglo
XIX por Manuel Cajica, según lo remite una placa localizada en el sitio.
La revolución, marcó el fin de un
tiempo donde los latifundistas tenían pleno dominio sobre los pobladores y,
hacia la década de 1930, diversas haciendas fueron afectadas con el propósito
de crear el ejido Juan Sarabia. Una es especial, la hacienda propiedad de la
familia Taboada, proporcionó el área cerril donde se encuentra el cerro
Pizarro. Desde entonces, los entornos próximos se han sujetado a diversos
cambios como el arribo de instalaciones porcícolas o el trazo de la carretera
140 que ha segmentando el macizo xerófilo de Tepeyahualco.
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