La Magdalena


22 de julio de 2017 sábado

…“Tiene cuatro bellísimos cuadros que representan pasages (sic) del Evangelio, como son el de la Samaritana, la conversión de la Magdalena, la curación del ciego de nacimiento y la Oración del Huerto. Su altar principal es moderno y lo demás es bueno y de gusto”.

Este párrafo es parte de la descripción del templo del Corazón de Jesús de esta ciudad de Coatepec que el Padre Antonio Mateo Rebolledo hace en su libro “Apuntes Históricos y Geográficos de la Villa de Coatepec”, editado en 1864 y que atinadamente la Dra. Soledad García Morales y el Economista e Historiador el “Martincillo Blásquez” para nuestro deleite, nos hicieron favor de reeditarlo.

Es bastante halagador apreciar el cuadro de LA CONVERSIÓN DE LA MAGDALENA:   
 Simón, un fariseo encumbrado (los fariseos con su propio culto controlaban el judaísmo), ruega al MESÍAS a pasar a su casa; una vez adentro cuando se disponían a conversar, una prostituta irrumpe repentinamente y de hinojos derrama sus lágrimas en los pies del invitado, para acto seguido secarlos con su larga cabellera y ungirlos con un fragante y caro perfume.

El envidioso y suspicaz fariseo, dijo para sus adentros:
  —Si éste de verdad es muy picudo, a esta locochona ni siquiera la oirá. JESÚS, el verdadero redentor al leerle la mente,  lo cuestiona:

 —A ver hermanito: un acreedor perdonó a dos deudores sus respectivos pasivos, uno de 50 denarios y el otro de 500, ¿quién tú crees que lo amará más?, el fariseo contesta:
—Pos  el que le debe más.
—¡Acertaste, incrédulo! y dirigiéndose a la MAGDALENA le indica:

—¡Levántate mujer que todas tus culpas serán perdonadas!

En esta escena, no faltó otro mentecato que pensó:

 “—¡Y ora…Éste qué se cree!... hasta los pecados perdona”.

Amigos, visiten y contemplen los rostros de los actores de esta obra de arte. Decía el padre Don Bernardo Villarreal (que EPD), “nada más les falta hablar”; pueden pasarse un gran rato haciendo su relatoría si es que antes leen el Evangelio de Lucas 7, 36-50, digo…nomás  p’a tomarle la complacencia al pintor y como dijo mi abuela Josefina: “Un rato a Cristo y otro al pisto” (nomás no abusen).

Ánimo ingao….!!!

Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz