Manuel F. López: a cien años de su muerte (3a. parte)


Se considera que la reunión en Loma de San Juan debió celebrarse el 8 de mayo, puesto que el  9 en la madrugada los revolucionarios  conducidos por Manuel F. López, tomaron Teocelo.  Hecho que el alcalde de esa población informó al jefe político de Coatepec y este a su vez,  lo transcribió al secretario de gobierno:

El día 9 a las 5.30 a.m. se presentó una partida capitaneados por Manuel F. López, en número de 60, desarmaron al Sargento de la comandancia y asesinaron a un gendarme. Obligaron al tesorero a entregar dinero. Salieron a las nueve rumbo a Texín. El día 12 como a la una se presentó capitaneados por      Sánchez,  Gavira y Cándido Aguilar como 85 obligando al tesorero a entregar algunos fondos y quemar todos los archivos. Saliendo a Cosautlán.[1]

  Las poblaciones cercanas también fueron asaltadas por el grupo rebelde. El 12 de Teocelo se dirigieron a Cosautlán llevándose de la tesorería municipal  1,496.00 pesos, dejando sólo un vale firmado por Cándido Aguilar. Rompieron el retrato del general Porfirio Díaz, cortaron  la línea telefónica,  requisaron armas y caballos a particulares y liberaron a los presos de la cárcel. El día 13 asaltaron Xico. El  reporte oficial anotó que Ignacio Garrido Huerta y Cándido Aguilar recorrieron las calles dando vítores a Madero. No hubo resistencia por parte de las autoridades federales y los rebeldes se dirigieron a la oficina telefónica donde cortaron los alambres para dejar incomunicada a la población. Después fueron hacia la Receptoría de Rentas y la Casa Municipal donde exigieron que les entregaran el dinero, además de la agencia de correos y rentas del timbre se llevaron dinero y timbres.  [2]
El mismo 12 de mayo de 1911 el denominado Ejército Libertador llegó a Coatepec. En esa población sin encontrar mayor resistencia los guardias fueron despojados de sus carabinas, cananas, pistolas y monturas. Los rebeldes desfilaron por las principales calles de la población.

Desfile del Ejército Libertador  por la calle de Aldama. Al centro Manuel F. López,  a derecha, Silviano García y con sombrero de carrete Guadalupe Sánchez.

Los revolucionarios en la antigua calle real, hoy Jiménez del Campillo 
Sin embargo los acontecimientos nacionales se desencadenaron vertiginosamente. El 25 de mayo de 1911 el presidente Porfirio Díaz firmó su renuncia y con ello dejaba el paso libre a Francisco I. Madero y sus seguidores.
Un día antes, Manuel F. López en calidad de Primer Jefe de las Fuerzas Insurgentes del Ejército Libertador, del cantón de Coatepec,  envió un comunicado al jefe político, Joaquín Sánchez, por el cual se deslindaba  de las acciones de extorsión que llevaban a cabo Francisco y Juan Morales en Ixhuacán y Ayahualulco,  los cuales decía, no eran  correligionarios y se dedicaban a practicar actos de bandidaje, por lo que lo solicitaba su persecución.[3]
Para el mes de junio de 1911 las fuerzas maderistas del Estado de Veracruz habían aumentado y estaban bajo la jefatura de Gabriel Gavira, y dentro de éstas,  se encontraba el contingente que comandaba  Manuel F. López en el cual figuraban:
Comandante
Manuel F. López
Capitán Primero
Silviano García
Capitán Primero
Augurio S. Sánchez
Capitán Segundo
Manuel Carmona
Teniente
Rosendo García
Teniente
Agustín García
Teniente
Agustín Millán
Teniente
Julio Morales Díaz
Subteniente
Isaac Blásquez
Subteniente
Trinidad Luna
Subteniente
José Fernández Boo
Sargento 1º.
Erasmo Zitácuaro
Sargento 1º.
Manuel Corona
Sargento 1º.
Juan Pablo Vargas
Sargento 2º.
Procopio Hernández
Sargento 2º.
Demetrio Gutiérrez
Sargento 2º.
Hilario Gallo
Cabo
Manuel Rivera
Cabo
Efrén Ruiz
Cabo
Filiberto Marín
Cabo
Enrique Zuñiga
Cabo
Gerónimo Xilotl
Soldados
107 en total
ATESH, Gobernación junio 1911.

Pero el ascenso de Francisco I. Madero no logró resolver las demandas de los revolucionarios sobre todo las relacionadas con la tierra. La inestabilidad política continuó a lo largo de 1912. El  nuevo régimen tuvo que hacer frente a los grupos rebeldes como el de Pascual Orozco, que marzo de 1912 se levantó en armas en el norte del país, así como combatir al general Félix Díaz que en el puerto de Veracruz  desconoció al gobierno en.octubre de ese mismo año. Para entonces varios integrantes de las fuerzas de maderistas se aprestaron a la defensa del gobierno. El 10 de febrero Cándido Aguilar ofue designado Comandante del 38 Batallón del Cuerpo Rural de la Federación con instrucciones de combatir a los orozquistas. Y con el acudieron los militares teocelanos Guadalupe Sánchez y  Manuel F. López. 

 A principios del año siguiente, cayó el gobierno de Madero pues en febrero de 1913 las fuerzas del ejército federal iniciaron el cuartelazo y la Decena Trágica que segó la vida del presidente y del vicepresidente de la República; acción consumada a instancias de Victoriano Huerta y del embajador norteamericano Henry Lane Wilson.

El contingente de veracruzanos que desde 1912 marcharon al norte de la República para apoyar al gobierno de Madero en contra de la rebelión de Pascual Orozco, nuevamente  se aglutinaron para combatir al usurpados poniéndose a las órdenes de Venustiano Carranza designado por los firmantes del Plan de Guadalupe, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista. Entre esos firmantes estuvo el capitán primero Guadalupe Sánchez.
            Pero también los constitucionalistas no tardaron en dividirse en tres bandos: carrancistas, villistas y zapatistas. Esa escisión acarrearía problemas. El Estado de Veracruz no estuvo exento de esas divisiones y los enfrentamientos se suscitarían entre zapatistas y carrancistas.
Hacia 1915, Manuel F. López militaba en favor de la causa constitucionalista formando parte de la División de Oriente comandada por el general Cándido Aguilar y en la zona estaba bajo el mando del general Guadalupe Sánchez.  Los enfrentamientos entre carrancistas y zapatistas estaban a la orden del día, y precisamente en uno de esos combates el 13 de octubre de 1915, perdió la vida cuando:

una fuerza expedicionaria del gobierno cayó por sorpresa sobre el Cuartel rebelde en Xico y, después de derrotar a los rebeldes, aquellos salvajes incendiaron el local que servía de Hospital de Sangre y donde habiendo algunos heridos graves que no pudieron ponerse a salvo, perecieron en las llamas; este acto inhumano que se disculpó por el hecho de que durante el ataque a la población un rebelde rezagado dio muerte al general Manuel López que comandaba la fuerza carrancista, estuvo en desconsolador contraste con el tratamiento que los vencedores en Coatepec, dieron a los carrancistas.  Al conocerse en Coatepec el salvaje atentado, estando la ciudad sin guarnición, los heridos carrancistas temiendo una represalia, se desbandaron y fueron a ocultarse en las casa de sus conocidos o amigos.[4]

Otra versión del mismo acontecimiento narra:

El día 13, a las seis de la mañana, atacaron la plaza de Xico    fuerzas constitucionalistas al mando del coronel Manuel F. López y de Silviano García. Al llegar por la calle de Teodoro A. Dehesa a la de Guadalupe, recibió un balazo en la frente el coronel López y cayó completamente muerto. Como represalia los constitucionalistas incendiaron el hospital de sangre, y en el perecieron achicharrados los muertos y los heridos.[5]

            De esta manera trágica  sucumbió el general Manuel F. López iniciador del movimiento revolucionario en la región, quien fue secundado  por los destacados revolucionarios García Contreras, quienes también deben ser estudiados para otorgarles el lugar que se merecen dentro de la lucha revolucionaria. 





[1] Archivo Técnico del exSeminario de Historia correspondientes al Archivo General del Estado de Veracruz, (AGEV),  Ramo Gobernación, Oficio del jefe político de Coatepec, al Secretario de Gobierno, 19 de mayo de 1911
[2]ATESH, Ramo Gobernación, Oficio de Ángel Medina al Secretario de Gobierno, 14 de mayo de 1911.
[3] ATESH, Fondo Gobernación, Oficio del jefe político de Coatepec de 25 de mayo de 1911 al Secretario de Gobierno, transcribiendo el parte de  Manuel F. López de 24 de mayo de 1911.
[4] Daniel Sánchez Memorias Autobiográficas, Coatepec, 1950, p. 356. Este autor cita el 14 de octubre como la muerte de Manuel F. López.
[5] Antonio Córdoba Báez, Breves Apuntes para la Historia de Xico, Veracruz, Editorial Presente, 1968, p.13